Educación sobre diabetes: ¿Y eso de la educación, qué?
Hoy InsulinRock nos habla sobre un tema muy importante dentro de la diabetes: la educación diabetológica, comentando sus orígenes.
Siempre que hablamos del tratamiento de la diabetes solemos destacar tres pilares fundamentales: medicación, ejercicio y educación.
Esta última, la educación, suele ser la más tediosa y la que precisa que nos involucremos más y le dediquemos más tiempo. En muchos hospitales hace algún tiempo que existe la figura de la Enfermera Educadora en Diabetes, aunque en España no existe ninguna titulación oficial que certifique esta “especialización” de la enfermería. Esta cuestión de la educación en diabetes, del empoderamiento del paciente, del autocontrol y autocuidado… lejos de ser algo moderno tiene ya historia, y de esa historia quería hablaros hoy.
En el año 1914, siete años antes de la llegada de la insulina, ya había una serie de programas de educación para pacientes con diabetes como parte del tratamiento de la llamada “dieta de hambre” del doctor Allen; sin duda una etapa oscura en nuestra historia.
Por aquella época también comenzó a desarrollar sus programas educacionales el doctor Elliot P. Joslin, considerado padre de la diabetología quien impulsó y reconoció la importancia de la enfermería en este proceso creando manuales para instruir a las enfermeras en esta labor e incluso escribiendo un libro en cuyo título destacaba “Un manual de uso mutuo para el médico y para el paciente”. Joslin no solo destacaba la importancia de la enfermera en este proceso sino que también advertía al paciente de que era fundamental su involucración para llevar una mejor calidad de vida. Este médico estadounidense también fue el primero en incluir el deporte como pieza clave para mejorar el control glucémico.
En los años veinte, tras el descubrimiento de la insulina, se hace capital el capacitar a los pacientes para que sean capaces de administrarse la insulina ellos mismos. En el entorno de la clínica del doctor Joslin es donde se comienza a formar a las primeras enfermeras educadoras en diabetes. Destaca la figura de Harriet Mckay, la primera enfermera educadora a domicilio, que tras formarse con Joslin se dedicó a cuidar y educar a los pacientes en sus casas.
Otra enfermera que destaca en esta época es Lovilla Winterbottom, también conocida como la “enfermera de la diabetes errante”, que ya en 1927 se dedicó a realizar la educación y seguimiento de los pacientes al alta del hospital, en sus domicilios; realizaba rutinas con ellos, los instruía en sesiones grupales, en campamentos de verano e incluso visitaba escuelas para instruir a los profesores.
Sin lugar a duda, algo que parece tan moderno y que está, en muchas ocasiones, tan poco valorado, tiene más de 100 años. Ojalá las cosas cambien y el sistema sanitario se dé cuenta de que la educación, como parte de la prevención, tiene una importancia que es vital reconocer y potenciar.