Sin salud mental no hay diabetes controlada, por María Psicodiabetes
A María Alonso la conocemos como @mariapsicodiabetes, y ya os podéis imaginar cuál es su campo de acción. No son pocas las cargas mentales que la diabetes puede acarrear, y por eso ella se dedica profesional y divulgativamente a la psicología dentro de la diabetes.
Vamos a hablar hoy con ella sobre diabetes y salud mental.
Siempre se habla mucho de las consecuencias físicas que pueden derivar de la diabetes, pero ¿cómo puede afectar a la salud mental?
Mi lema es que “sin salud mental no hay diabetes controlada” y creo que no puede ser más claro porque es así.
La investigación nos habla de que tenemos el triple de prevalencia de tener un problema de salud mental sólo por el hecho de tener diabetes.
Y es que para mí, la diabetes es como un trabajo para el que no teníamos formación previa ni días libres.
De ahí que se explique esa cifra de prevalencia de problemas mentales, porque no tenemos herramientas de base para afrontar esto, y por eso en muchos casos, necesitamos de un psicólogo especializado en esta patología para que nos acompañe y podamos conVIVIR con la diabetes.
¿Te encuentras con distintos problemas según el tiempo pasado desde el debut? ¿O hay otros factores que influyen más?
Contrariamente a lo que la gente piensa, casi siempre se recurre a la terapia pasado un tiempo del diagnóstico.
La explicación es sencilla: al principio estás en una vorágine de conceptos nuevos, herramientas tecnológicas, consultas y no tienes tiempo (ni cabeza) para asimilar lo que te está pasando. Es cuando intentas volver a tu vida (p.e. ir a tu partido de pádel de los sábados) cuando te das cuenta de que nada volverá a ser igual y es ahí, cuando normalmente conectamos con que no podemos gestionar eso y acudimos a consulta.
Pero por supuesto que no sólo influye el tiempo del debut, influye cómo fue ese diagnóstico (si por ejemplo, hubo ingreso en UCI), cómo nos lo dijeron, con qué apoyos (incluyendo los médicos) contamos en ese momento, entre otros.
Los problemas no dependen tanto del tiempo ni esos factores sino, de la historia de vida de la persona. Por ponerlo claramente, una persona con miedo a las hipoglucemias puede haberlo desarrollado a los 2 meses de ser diagnosticado o a los 20 años.
¿Puede la visibilidad de la diabetes ayudar a que sufran menos traumas futuras personas con diabetes?
Por supuesto, como dice Marian Rojas “entender es aliviar”. Si yo entiendo qué me pasa, si le puedo poner nombre, eso lo hace más visible y por tanto, más abordable.
Pero sí he de decir que, no toda la divulgación es buena, sobre todo en redes hay muchos perfiles que únicamente buscan lucrarse, perdiendo la responsabilidad y moral, por lo que es importante filtrar la fuente de la que recibimos esa información.
Suponemos que la mejora de salud mental va usualmente ligada a un mejor control de la diabetes...
No es una suposición, es un hecho. La investigación ha demostrado que una persona con herramientas de regulación emocional, es decir, que entiende y sabe cómo manejar sus emociones, mejora su hemoglobina glucosilada, aumenta su calidad de vida, y que incluso, reduce los costes al sistema sanitario en tanto que, no requiere de tantas consultas e ingresos.
Sabemos que las mejoras tecnológicas han ayudado a la gestión de la diabetes. ¿Notas que también ofrezcan menos estrés y ansiedad a los pacientes?
Rotundamente sí, especialmente en aquellos con una personalidad exigente y perfeccionista, que por otro lado, es algo que “se premia” en diabetes: a más exigencia, más atención a las glucemias y, a priori, mejor irán estas.
Pero es una línea muy fina porque en ocasiones, lleva a tener pensamientos obsesivos sobre las gráficas, a restricciones de comida al ver los picos de glucosa y al abandono de actividades de ocio con tal de tener un buen tiempo en rango.
¿Qué consejo primordial darías a alguien que siente que la diabetes es una carga muy pesada?
Primero que busque apoyo: en su entorno, en asociaciones o en la terapia.
Desgraciadamente, esto no debería ser algo buscado, sino que es un derecho pero dadas las circunstancias, el que pueda tener espacios donde compartir esa carga y sentir un abrazo de vuelta es primordial.
Y en segundo lugar, que revise cómo se está hablando. En consulta muchas veces, observamos que parte de esa carga viene de que lo que esa persona se dice a sí mismo es muy duro, que se automachaque. De hecho, sabemos que lo que nos decimos influye en lo que sentimos, y por tanto, en cómo encaramos las cosas que nos suceden. Así que es importante que piense en si eso se lo diría a alguien que quiere mucho, porque ya suficiente oscuridad hay a veces en la diabetes, como para apagar nosotros mismos nuestra luz.