Inyecciones de insulina: Dónde y cómo inyectar la insulina
Si te acaban de diagnosticar diabetes, o conoces a alguien que la tenga, es probable que te surjan muchas preguntas. Tu equipo médico responderá a muchas de ellas.
Algunas de estas preguntas pueden girar en torno a un nuevo medicamento que te habrán prescrito: la insulina. La insulina es un medicamento utilizado por las personas con diabetes para controlar mejor su enfermedad [1].
En este artículo te explicaremos qué es la insulina, por qué la necesitas y cómo administrártela por medio de inyecciones.
¿Qué es la insulina?
La insulina es una hormona producida por células especializadas en un órgano llamado páncreas [1, 2]. La insulina regula los niveles de glucosa en sangre; se libera al torrente sanguíneo y actúa sobre las células de todo el organismo, haciendo que absorban la glucosa de la sangre [1, 2]. La insulina también regula el uso de los carbohidratos, las grasas y las proteínas [2].
La insulina fue aislada y purificada por primera vez en 1921 [2]. Los experimentos que demostraron que esta nueva sustancia química podía reducir los niveles de glucosa en sangre hicieron merecedores del Premio Nobel de Medicina en 1923 a los científicos que los realizaron [2]. Puedes obtener más información sobre el descubrimiento de la insulina en nuestra breve historia de la insulina.
La insulina es un fármaco muy utilizado en todo el mundo, se ha estimado que lo usan entre 150 y 200 millones de pacientes [3].
¿Qué son las inyecciones de insulina?
Millones de personas se autoinyectan insulina cada día [4]. A diferencia de algunos medicamentos que deben tomarse en forma de comprimido o de líquido, la insulina debe administrarse por vía subcutánea, intravenosa o intramuscular [1].
Las personas con diabetes suelen administrarse la insulina por vía subcutánea, utilizando una aguja acoplada a una jeringa o una pluma de insulina para inyectar la hormona bajo la piel, o utilizando una bomba de insulina [1].
¿Qué tipo de diabetes requiere inyecciones de insulina?
Existen varios tipos de diabetes. Algunos tipos requieren obligatoriamente tratamiento con insulina, mientras otros pueden o no tratarse con este fármaco. Esto depende de factores cómo la forma en que la enfermedad haya respondido a otros tratamientos o medidas preventivas [1, 4].
Diabetes de tipo 1
En la diabetes de tipo 1, las células productoras de insulina del páncreas son destruidas por el sistema inmunitario del organismo, un traumatismo o una lesión en el páncreas [1]. Esto provoca una carencia de insulina que solo puede resolverse reponiendo la hormona reguladora de la glucosa en sangre con un tratamiento con insulina.
La insulina siempre es necesaria en la diabetes de tipo 1 [1, 3]. Para las personas con diabetes de tipo 1, el tratamiento con insulina es vital [1].
Diabetes de tipo 2
En la diabetes de tipo 2, las células del organismo se vuelven resistentes a la insulina [1]. Se desconoce la causa exacta de la diabetes de tipo 2, pero está influida por factores como la genética y la obesidad. El páncreas trata de contrarrestar esta resistencia produciendo más y más insulina, sin embargo, esto termina dando lugar al agotamiento de las células productoras de insulina en fases más tardías de la enfermedad [1].
La insulina a veces es necesaria en la diabetes de tipo 2. Es uno de los muchos tratamientos disponibles para las personas con este tipo de diabetes. [1, 3].
Diabetes gestational
La diabetes gestational se desarrolla durante el embarazo. Se puede tratar con modificaciones de la dieta y ejercicio, pero puede requerirse insulina si los niveles de glucosa en sangre no pueden controlarse con dieta y ejercicio [1].
Diabetes hereditaria juvenil de tipo 2
La diabetes hereditaria juvenil de tipo 2 es una enfermedad hereditaria en la que una mutación genética hace que las células pancreáticas dejen de segregar insulina de forma adecuada. Se puede tratar con fármacos denominados sulfonilureas, pero puede requerirse insulina [1].
¿Qué tipos de insulina existen?
Las insulinas pueden clasificarse de distintas formas. Una de ellas es por la rapidez con la que actúa una vez inyectada:
- Insulina de acción rápida: acción máxima en 30 minutos, dura entre 3 y 5 horas. Las insulinas de acción rápida suelen utilizarse antes de las comidas y siempre junto a insulinas de acción corta o acción larga durante el día para controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Insulina de acción corta: acción máxima en 90-120 minutos, dura entre 6 y 8 horas. Estas insulinas se inyectan antes de las comidas. Hay que tomar alimentos en un plazo de 30 minutos después de su administración para evitar la hipoglucemia.
- Insulina de acción intermedia: acción máxima en 4-8 horas. Ayudan a controlar los niveles de glucosa en sangre a lo largo del día y suelen administrarse dos veces al día.
- Insulina de acción prolongada: actúa a lo largo de 12–24 horas. La duración prolongada de la acción de estos tipos de insulina ayuda a lograr un efecto estable y reducir la frecuencia de administración a lo largo del día. Suele administrarse de noche, después de la cena.
La insulina también está disponible como combinación de insulina de acción rápida o corta e insulina de acción intermedia o prolongada [5]. Esto se llama insulina premezclada [5].
¿Dónde puedo inyectar la insulina?
La insulina suele inyectarse en la grasa subcutánea, justo debajo de la piel, en lo que se denomina una inyección subcutánea [1, 4]. La inyección debajo de la piel se considera más sencilla y cómoda que otros métodos de inyección, como intravenosa (en una vena) o intramuscular (en un músculo) [1].
Los lugares recomendados para inyectarse la insulina son el abdomen, los muslos, las nalgas y los brazos [4, 6].
No todos los lugares son adecuados para todas las personas. Por ejemplo, las inyecciones abdominales no son adecuadas para quienes apenas tienen grasa en el abdomen, los niños o las personas muy musculadas [4].
También se recomienda «rotar» los lugares de inyección, es decir, no inyectarse repetidamente en el mismo lugar, para reducir las complicaciones que pueden derivarse de las inyecciones, como la formación de cicatrices o depósitos grasos [4, 6]. Además, cabe señalar que la insulina se absorbe de forma distinta en los distintos lugares [4], por lo que se recomienda la rotación dentro de una zona determinada [4].
Cómo administrar inyecciones de insulina
Las inyecciones de insulina se pueden administrar con una aguja y una jeringa [4, 6]. También se pueden administrar con un dispositivo llamado pluma de insulina, que funciona como una jeringa, pero que contiene la insulina en un cartucho prerrellenado [3].
Antes de abrir, los viales y las plumas deben mantenerse refrigerados [4]. Después de abrir, las plumas deben conservarse a temperatura ambiente, mientras que los viales pueden conservarse dentro o fuera de la nevera.
Tu equipo médico te enseñará la técnica de inyección de la insulina. Esta, por lo general, consta de los siguientes pasos [4]:
- Purga la jeringa o la pluma con dos unidades de insulina
- Sujetando la jeringa en sentido vertical con la aguja hacia arriba, golpea el cuerpo de la jeringa con el dedo para expulsar las burbujas de aire y libera otras dos unidades extras de insulina al aire
- Selecciona la dosis necesaria
- Elige el lugar de la inyección (como el brazo, el abdomen, el muslo o la nalga)
- Limpia la piel en el lugar de la inyección con una toallita impregnada en alcohol
- Pellizca la piel entre el pulgar y el índice, gira ligeramente para asegurarte de no haber cogido músculo.
- Inserta la aguja a 45 grados (esto es adecuado pra zonas con menos grasa, para evitar la inyección intramuscular de insulina). El ángulo de inyección puede variar en función de la zona en la que se aplique la inyección; un ángulo de 90 grados es adecuado para zonas con más grasa
- Inyecta la insulina y suelta la piel antes de retirar la aguja
- Después de la inyección, aplica una ligera presión para minimizar los moretones
Tu equipo médico te enseñará a aplicar correctamente las inyecciones de insulina.
Para administrar la insulina se pueden usar otros dispositivos, como las plumas de insulina [3].
Efectos secundarios de las inyecciones de insulina
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, y la insulina no es una excepción.
Los efectos secundarios de las inyecciones de insulina pueden dividirse en los efectos de la insulina sobre el organismo y los efectos de la inyección [1].
Los efectos de la insulina sobre el organismo incluyen hipoglucemia y aumento de peso [1]. En raras ocasiones, pueden producirse desequilibrios hidroelectrolíticos, como hipopotasiemia [1].
Los efectos secundarios de las inyecciones pueden incluir dolor en el lugar de la inyección y una afección denominada lipodistrofia, que ocasiona alteraciones en la distribución de la grasa corporal e inflamación de la piel [1, 4, 6]
Inyecciones de insulina: resumen
Las inyecciones de insulina son un tratamiento importante para las personas con diabetes [1]. Tu equipo médico te enseñará a controlar la diabetes con insulina, y a inyectarla de forma correcta y eficaz.
Si quieres más información sobre la insulina, las inyecciones o el control eficaz de la diabetes, tu equipo médico te orientará.
Fuentes
- Thota S, Akbar A. “Insulin.” [Updated 2021 Jul 16]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-.
- Wilcox G. “Insulin and insulin resistance.” Clin Biochem Rev. 2005; 26(2):19-39.
- Buse JB, Davies MJ, Frier BM, et al. “100 years on: the impact of the discovery of insulin on clinical outcomes.” BMJ Open Diabetes Research and Care 2021; 9:e002373.
DOI: 10.1136/bmjdrc-2021-002373 - Dolinar, Richard. “The Importance of Good Insulin Injection Practices in Diabetes Management.” US Endocrinology, 2009; 5(1):49-52
DOI: 10.17925/USE.2009.05.1.49 - Kalra S, Czupryniak L, Kilov G, et al. “Expert Opinion: Patient Selection for Premixed Insulin Formulations in Diabetes Care.” Diabetes Ther. 2018; 9(6): 2185-2199. DOI:10.1007/s13300-018-0521-2
- Anders H. Frid, MD; Gillian Kreugel, DSN; Giorgio Grassi, MD; Serge Halimi, MD; Debbie Hicks, DSN; Laurence J. Hirsch, MD; Mike J. Smith, DSN; Regine Wellhoener, MD; Bruce W. Bode, MD; Irl B. Hirsch, MD; Sanjay Kalra, MD; Linong Ji, MD; and Kenneth W. Strauss, MD. “New Insulin Delivery Recommendations.” Mayo Clin Proc. n September 2016; 91(9):1231-1255