Cómo cuidar tus riñones si tienes diabetes
Los riñones son uno de los órganos de nuestro cuerpo que más sufren el efecto de la diabetes. Se calcula que una de cada cuatro personas con diabetes sufren problemas en los riñones durante su edad adulta.
Principalmente se debe a la nefropatía diabética: la presión alta de la sangre daña los capilares de los riñones, y éstos dejan de filtrar los desechos con la misma eficiencia.
Uno de los mayores inconvenientes de este problema es que sus síntomas generalmente no son visibles, y requieren de una prueba de laboratorio para ser detectado. Por eso, prevenir su aparición es la mejor defensa que podemos ofrecer a nuestros riñones.
“Pero, ¿cómo cuido mis riñones?”, te estarás preguntando…
Lo principal es mantener unos niveles adecuados de glucosa en sangre en todo momento. Un buen control continuado de la glucosa nos protege de muchas complicaciones de la diabetes, y la nefropatía diabética es una de ellas.
También debemos contener la presión sanguínea, que no sólo se ve aumentada por la glucosa, también por el colesterol, la sal…
No debemos excedernos con las proteínas. Consulta con tu médico, y fíjate una dieta en la que tengas las proteínas que necesitas, sin abusar de carnes rojas, huevos, lácteos… Los riñones descomponen las proteínas desechando lo que no necesitan en la urea, y un exceso de éstas provoca un sobreesfuerzo de nuestros órganos. Lo mismo ocurre si tomamos fósforo en exceso.
Debemos mantenernos activos y en forma. El ejercicio y mantener un peso adecuado nos ayudan a un mejor funcionamiento de nuestro cuerpo.
¡Mantenernos lejos del tabaco también es altamente recomendable!
Muy importante: mantente hidratado. Bebe suficiente agua durante el día, toma frutas (que además aportan potasio, que ayuda a formar la urea)… los riñones ven facilitada su labor si cuentan con suficiente agua en nuestro cuerpo. Por contra, el alcohol, el café, las bebidas azucaradas, las largas exposiciones al sol… perjudican nuestra hidratación.
Un buen cuidado de los riñones nos permitirá que éstos nos funcionen mejor durante nuestra vida. Y, como veis, protegerlos es muy sencillo.